lunes, 30 de noviembre de 2009

La ciudad, esa bendita costumbre

Pedaleando hasta el amanecer me ire de esta ciudad ingrata, ire a un lugar donde pueda desempeniar las actividades mas aburridas del mundo sin que nadie me lo haga notar, pondre un puestito en alguna playa de Brasil y me casare con una mulata que no entienda de donde vengo, y luego y solo luego, volvere a la ciudad que me recibira de brazos abiertos, como diciendo, tonti te estabamos esperando, aca el mismo taladro con el que arreglabamos la esquina mientras querias dormir, aca esta resonando para ti.


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